23 mar 2009

Objeción al crecimiento


Artículo aparecido en la Vanguardia, edición digital. Viernes 16-03-2007

Entrevista a Serge Latouche, profesor emérito de Economía en la Universidad París-XI. Se confiesa defensor del decrecimiento, y da argumentos plausibles y faciles de comprender que creo de interés para comprender nuestra situación y poder rebatir a los "Crecimientos Sostenibles" tan de moda últimamente.
Curioso que este tipo de opiniones se vuelquen ya en un diario de tirada nacional y de la importancia de La Vanguardia: "¡Necesitaremos treinta planetas como éste!"

- Tengo 67 años, nací en Vannes y vivo en París. Soy profesor emérito de Economía en la Universidad París-XI. Estoy casado y tengo tres hijos y cuatro nietos. ¿Política? Alternativa, abogo por un cambio de modelo: ¡soy un objetor del crecimiento!Soy agnóstico. El actual crecimiento económico es insostenible: hay que frenarlo y decrecer
- ¿Se define usted como objetor del crecimiento?
- Sí. Yo objeto contra la imperante religión del crecimiento económico. Se venera el crecimiento como fin en sí mismo, se persigue siempre crecer por crecer. ¡Es algo irracional y suicida!
- Yo creía que crecer era bueno.
- ¿Sí? En Europa, el producto interior bruto en 200 años se ha multiplicado por treinta. Y pregunto: ¿somos hoy treinta veces más felices?
- Entendido.
- Consumimos 20 o 30 veces más, ¡eso sí! La lógica imperante es: ¡más, más, siempre más! Eso nos conduce a una colosal presión sobre los recursos naturales, a agotarlos.
¿Y a qué ritmo crecemos hoy?
- El crecimiento económico europeo, según el PIB, es de un 2% cada año. - No parece tanto...
- Crecer un 2% anual sobre la ya altísima cota de producción y consumo europea ¡es muchísimo! Los recursos son limitados.
- Explotaremos más bolsas de petróleo.
- Queda menos petróleo cada día. Y su explotación es cada día más costosa. Dentro de unos quince años, un barril costará 400 dólares: ¡eso hará inviable la aviación civil!
- Hallaremos nuevas fuentes de energía.
- Los científicos no son tan optimistas al respecto. Por hoy, producir un kilo de carne de vaca europea exige ¡seis litros de petróleo!
- ¿Cómo calcula eso?
- Sume el petróleo necesario para fabricar piensos, abonos, para mover tractores y la industria agroalimentaria del ramo, y el matadero, el transporte de la carne...
- Entonces la carne se encarecerá...
- Además, esas vacas son viables porque fuera de Europa se usan territorios - para cultivar sojas y otros forrajes para sus piensos- cuya superficie equivale a ¡siete veces la de Europa! A cambio, les exportamos residuos.
- Carne por mierda.
- ¡Un 20% de los habitantes del planeta consume un 86% de los recursos del planeta! Y en la cúspide estamos la llamada clase consumidora mundial: 600 millones de personas (cifra que coincide con los automóviles que circulan en la Tierra), distribuidas así: 300 millones en Europa, 200 millones en EE. UU. y 100 millones en Japón y China.
- ¡Y todo el resto de la humanidad anhelando entrar también en este club!
- Por eso la única salida sensata es decrecer. ¡Fomentar el crecimiento es insensato, sólo conduce a la debacle global!
- ¿En qué medida cada repunte de crecimiento mina recursos naturales?
- Lo medimos por la llamada impronta ecológica,que consiste en el impacto que nuestro nivel de vida tiene en el espacio bioproductivo de la Tierra.
- ¿Qué entiende por espacio bioproductivo?
- Es el espacio que nos surte de alimentos, energía, recursos: el planeta tiene 51.000 millones de hectáreas, de las que 12.000 millones son bioproductivas. ¡De ellas dependemos todos los habitantes del planeta!
- ¿Qué parte de ese espacio me nutre a mí?
- Dada la actual población de la Tierra, cada uno deberíamos sostenernos con 1,8 hectáreas de ese espacio bioproductivo.
- Dice "deberíamos"... ¿No es así?
- El actual nivel de vida de los españoles: necesita ¡4,5 hectáreas por persona/ año! para sostenerse. Si todos los habitantes del planeta quisieran vivir como los españoles..., ¡harían falta dos planetas y medio!
- ¿Y si quisieran vivir como los franceses?
- Serían necesarios tres planetas.
- ¿Y como los estadounidenses?
- Seis planetas.
- ¡Seis planetas!
- De seguir creciendo al 2% anual, en el año 2050 la humanidad necesitaría ya explotar ¡30 planetas! como la Tierra para sostener tal crecimiento. Ahora consumimos el patrimonio acumulado por la Tierra en miles de años: hoy quemamos en un año lo que la fotosíntesis tardó 100.000 años en producir.
- ¿Qué deberíamos hacer para frenar esto?
- Volver a una impronta ecológica igual a 1 planeta y no más: o sea, sostenernos con 1,8 hectáreas por persona y año.
- Dicte tres medidas para conseguirlo.
- ¿Sólo tres? Bien. Una: optimizar el uso de la energía, pues el grupo de estudiosos Nega-wat en un informe ha demostrado que en Francia podríamos consumir ¡cuatro veces menos energía! con similar rendimiento.
- Dos. - Volver a una agricultura ecológica, con abonos naturales y sin pesticidas, y fomentar el localismo agropecuario. Y tres: dejar de derrochar cada año ¡500.000 millones de dólares en publicidad! Esto por higiene espiritual y material: en papel supone 50 kilos de bosque por persona y año.
- ¿Quiénes son los beneficiario del actual sistema?
- Grandes transnacionales como Monsanto. Y todos nosotros somos a la vez víctimas y verdugos...
- ¿Ha visto la película de Al Gore?
- Sí, y aconsejo verla porque te conciencia. Aunque no analiza la lógica del sistema, no denuncia la lógica perversa del crecimiento. No señala responsabilidades.
- ¿Podemos ser ricos de modo sostenible?
- Si vinculamos riqueza a consumo material, no. Por eso nuestro mayor desafío actual consiste en redefinir la idea de riqueza: entenderla como satisfacción moral, intelectual, estética, como empleo creativo del ocio.
- ¿Y lo lograremos, profesor?
- Lo lograríamos si todos pensásemos como piensa mi amigo el poeta Castoriadis, que siempre me dice: "Yo prefiero adquirir un nuevo amigo a un nuevo coche".

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