Atención a las múltiples convocatorias que están llegando sobre la mal llamada fiesta de Hallowen. Es una muestra más de la capacidad de penetración ideológica del sistema.
Hasta hace unos 20 años en estas latitudes se celebraba la noche de los muertos con una representación del Tenorio y yendo al cementerio con bayeta y cubo a limpiar las tumbas de nuestros fallecidos.
Desde hace un tiempo, según nos hemos ido modernizando, junto a los macdonal, los pantalones jeans y los innombrables refrescos de color agua de fregar, se han impuesto otros patrones culturales como la fiesta de Hallowen: ¿truco o trato?
Y así, 20 años después, en todos los centros escolares y en todos los centros sociales se celebra ese regalito envenenado importado desde el Capitolio.
¿En todos los centros sociales?
¡NO!, hay un centro social que resiste ahora y siempre al invasor. Nuestra particular aldea gala no celebra Hallowen, celebra LA NOCHE DE LOS MUERTOS.
Un proyecto que tiene la carga ideológica de la Acampada Dignidad expresa esta condición en todas sus iniciativas.
PARA VER LA CONVOCATORIA DE LA ALDEA GALA, CLICAR EN LA IMAGEN
Este blog es una herramienta de comunicación del grupo DECRECIMIENTO EN EQUIDAD de Córdoba, que actualmente está formado por el Consejo de la Juventud de Córdoba, Ingeniería sin Fronteras y Ecologistas en Acción Córdoba. Recoge documentación, convocatorias y material audiovisual sobre este paraguas de ideas, desafíos y alternativas para vivir en paz con el planeta que llamamos decrecimiento. Cualquier persona comprometida, interesada, curiosa... es bienvenida al grupo. ¡Te esperamos!
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29 oct 2014
26 oct 2014
LA PELOTA O BALÓN DE FÚTBOL, ARMA DE DESTRUCCIÓN MASIVA…
Esta es una escena corriente en cualquier plaza o en cualquier parque de cualquier pueblo o ciudad: un grupo de niñas de entre ocho y doce años están sentadas en el suelo formando un círculo –un corro, vamos- y un grupo de niños de la misma edad juega con un balón de fútbol.
Las niñas hablan, rien, hacen juegos de palmas, cantan, ocasionalmente discuten…
Los niños dan fuertes patadas a la pelota, se dan patadas entre ellos, caen al suelo, se hacen daño…Si hay una pared cerca, lanzan el balón contra ella insistentemente con fuerza, produciendo un ruido muy molesto. Hacen los lanzamientos sin mucho miramiento, creando un cierto peligro para otras personas, para las niñas del corro, por ejemplo. Los niños se pelean mucho reclamando un supuesto fuera de juego, discuten y, ocasionalmente, hablan…
Contemplando la escena con un poco de sentido común se observa un fuerte contraste entre un grupo de personas que se comunican continua e intensamente, que se relacionan, que comparten ideas, sentimientos y emociones y otro grupo de personas que se comunican también, pero utilizando como medio un objeto al que golpean. En consecuencia no se relacionan, no se enriquecen mutuamente, no comparten ideas, sentimientos o emociones…, porque se las disputan.
El grupo de niñas está ensayando mecanismos de comunicación comunitaria. El grupo de niños está ensayando mecanismos de control de la comunidad.
El grupo de niñas afina su sensibilidad personal y social. El de niños desarrolla músculo, incluso en el espacio que deberían ocupar las neuronas. Cuando sean mayores, esos niños ocuparán puestos en los consejos de administración de empresas multinacionales sin escrúpulos que buscan el enriquecimiento a cualquier precio, por encima de los intereses generales con prácticas miserables y genocidas que arrojan a la pobreza y al hambre a centenares de millones de personas.
Desde esos consejos de administración pondrán y quitarán gobiernos para que respondan a sus intereses. Esos gobiernos estarán presididos por adultos que de pequeños golpeaban con furia una pelota o por mujeres “patriarcalizadas” a las que el sistema ha arrebatado sus recuerdos y sus experiencias infantiles.
Así pues, parece que ya hemos encontrado las armas de destrucción masiva que tanto tiempo llevábamos buscando…
Guillermo Contreras, grupo Decrecimiento en equidad de Córdoba.
Los niños dan fuertes patadas a la pelota, se dan patadas entre ellos, caen al suelo, se hacen daño…Si hay una pared cerca, lanzan el balón contra ella insistentemente con fuerza, produciendo un ruido muy molesto. Hacen los lanzamientos sin mucho miramiento, creando un cierto peligro para otras personas, para las niñas del corro, por ejemplo. Los niños se pelean mucho reclamando un supuesto fuera de juego, discuten y, ocasionalmente, hablan…
Contemplando la escena con un poco de sentido común se observa un fuerte contraste entre un grupo de personas que se comunican continua e intensamente, que se relacionan, que comparten ideas, sentimientos y emociones y otro grupo de personas que se comunican también, pero utilizando como medio un objeto al que golpean. En consecuencia no se relacionan, no se enriquecen mutuamente, no comparten ideas, sentimientos o emociones…, porque se las disputan.
El grupo de niñas está ensayando mecanismos de comunicación comunitaria. El grupo de niños está ensayando mecanismos de control de la comunidad.
El grupo de niñas afina su sensibilidad personal y social. El de niños desarrolla músculo, incluso en el espacio que deberían ocupar las neuronas. Cuando sean mayores, esos niños ocuparán puestos en los consejos de administración de empresas multinacionales sin escrúpulos que buscan el enriquecimiento a cualquier precio, por encima de los intereses generales con prácticas miserables y genocidas que arrojan a la pobreza y al hambre a centenares de millones de personas.
Desde esos consejos de administración pondrán y quitarán gobiernos para que respondan a sus intereses. Esos gobiernos estarán presididos por adultos que de pequeños golpeaban con furia una pelota o por mujeres “patriarcalizadas” a las que el sistema ha arrebatado sus recuerdos y sus experiencias infantiles.
Así pues, parece que ya hemos encontrado las armas de destrucción masiva que tanto tiempo llevábamos buscando…
Guillermo Contreras, grupo Decrecimiento en equidad de Córdoba.
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