28 ene 2011

¿Y si sólo trabajáramos 21 horas a la semana?

¿Y si sólo trabajáramos 21 horas a la semana?
Un grupo de ideólogos abre una vía revolucionaria para un mejor reparto del tiempo y del dinero, que promete beneficios para todos.
En 1930, el economista John Maynard Keynes anunció que, para comienzos del siglo XXI, la semana laboral se vería reducida a 15 horas. Afirmaba que en esta fecha ya no serían necesarias tantas horas de trabajo para ganar el dinero suficiente para tener nuestras necesidades básicas cubiertas, por lo que nos centraríamos en «cómo utilizar nuestra libertad alejados de preocupaciones económicas». No es un punto de partida, sólo una coincidencia. El informe ‘21 horas’ del centro de investigación The New Economics Foundation (Nef) sólo pretende «invitarnos a tomar parte de un experimento mental». ¿Qué pasaría si nuestra jornada laboral se viera reducida en 19 horas semanales?

Pero empecemos por el principio. Esta institución sin ánimo de lucro fue fundada en 1986 por líderes de la llamada Otra Cumbre Económica, famosa por introducir temas nuevos, como la deuda internacional, en la agenda de las sesiones de la del G8. ¿Su objetivo? «Mejorar la calidad de vida, promoviendo soluciones innovadoras que pongan en cuestión el pensamiento dominante». O dicho en otras palabras; salirse de la caja, mirar hacia otros lados, para encontrar caminos novedosos. En este caso, un acercamiento entre el tiempo que dedicamos al trabajo remunerado, lo que todos consideramos trabajo con mayúsculas; y el que dedicamos a otros trabajos: domésticos, sociales, etcétera.
Para más información, clicar en la imagen.

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